Era socio vitalicio de Chacarita Júniors y colaboró en forma desinteresa con la institución de sus amores. Lo hizo en varias disciplinas. Por ejemplo, el Futsal y el ajedrez. En la actividad futsalera solía compartir con la gente del Funebrero y sus ocasionales adversarios, jornadas de inferiores y de primera, donde no se limitaba a la mera condición de espectador sino que generosamente aportaba su participación en lo que pudiera ser necesario. Así, supo hacerse respetar y querer por quienes lo conocieron.
Entre sus múltiples tareas, una de las principales era el ajedrez, pues se desempeñaba como profesor de la disciplina. Durante muchos años, independientemente de cuál fuera la Comisión Directiva, pues trataba de permanecer ajeno a las contiendas políticas, su escuelita funcionó en la sede social de Chacarita Júniors, en la calle Teodoro García. Este 2025, también lo tuvo enseñándole el deporte mental a los chicos, en una de las salas del club. Vivía en Hurlingham, pero ello no le impedía trasladarse por diversos sectores de la Capital y el conurbano bonaerense, ya sea para estar junto al Futsal o para organizar apasionadamente sus partidas ajedrecísticas.
No sólo colaboró con la entidad funebrera, sino que su labor solidaria solía extenderse por el barrio más allá de la sede social. En esa línea, también aportó su iniciativa para ayudar al Hogar Esteban Maradona, de Olleros y la Avenida Córdoba. Lo hacía llevando sus tableros de ajedrez y armando con enorme paciencia y entusiasmo, partidas destinadas al entretenimiento de chicos y grandes. Incluso con este medio periodístico, supo colaborar en forma totalmente desinteresada, en otra noble actitud que tanto lo caracterizaba.
El lunes 9 de junio, falleció debido a un paro cardíaco. Desde estas líneas, vaya el recuerdo para Guille y las condolencias para sus familiares y seres queridos.
Foto: Guillermo Lococo, vistiendo la camiseta de Chacarita y junto a un tablero de ajedrez, en el Hogar Esteban Maradona.