octubre 07, 2017

LIHUEL ORLANDO: DEJÓ EL ARCO DE CÍRCULO POLICIAL Y SE CONVIRTIÓ EN UNO DE LOS TÉCNICOS DE PINOCHO


“Estoy en esta nueva etapa como entrenador, ddicado de lleno a eso. Hasta hace unos meses me dividía, porque estuve jugando en Círculo Policial, con Beto Coronel. Pero necesitaba parar un poco, por una cuestión física y mental. Y bueno, se dio esta posibilidad en Pinocho...”, asegura Lihuel Orlando, joven entrenador que luego de la ida de Ezequiel Gazzo, asumió junto a Omar Silvetti la conducción del plantel superior del elenco de Villa Urquiza. Sin embargo, Orlando no sólo estuvo vinculado a Pinocho esta temporada. Aparte, atajó en Círculo Policial. Hasta que a mitad de año, tomó la determinación de colgar los guantes.
-¿Es definitivo?
-Es difícil. Todavía no lo tengo decidido cien por ciento. Empezó como un hasta luego, pero veré cómo se da todo. Ganas de volver a jugar hay, pero tengo que organizar mi vida laboral, que no es fácil.
-¿Cuáles son tus tareas en Pinocho?
-Abarco bastante. Trabajo en la escuelita, también colaboro en las promocionales, de 2007 a 2010, en las dos tiras, con un grupo de profes. Y ahora, con la primera y tercera división, junto a Omar.
-¿Cómo ves al equipo?
-La verdad que bien. Desde el primer momento los jugadores nos demostraron que tenían ganas de salir adelante. Creo que lo están haciendo. Para nosotros lo más importante era la reacción de los jugadores, ver cómo se sentían.
-¿Cuál es tu función?
-Siempre supimos y se lo planteamos al plantel, que estábamos para colaborar. Con Omar somos una dupla que además trabaja con un cuerpo técnico. Estamos respaldados por los referentes. De parte nuestra sería necio si no le diéramos lugar a gente de la trayectoria de Elías, los hermanos Corazza, Calo, Fafasuli... De todos. Si no los escucháramos a ellos, seríamos unos tontos. La última palabra la tenemos nosotros pero tratamos de resolver las cosas de la mejor manera para el equipo.
-¿Hiciste el cuso de técnico?
-Ya lo terminé. Hace unas semanas, junto con Omar Silvetti, nos recibimos. Ahora hay que seguir esperando oportunidades para capacitarnos, ya que esto es lo que más nos gusta.
-¿Hiciste la modalidad presencial y la virtual?
-Sí. Tuve las dos experiencias. Hice el primer año presencial, donde la ventaja es que estás mano a mano con el profesor y tus compañeros, conocés gente de otros clubes, con otras realidades. Interactuar así te beneficia si hay algún tema que no está claro, o si existen dudas las podés evacuar en el momento. El virtual fue cuando empecé a jugar en Pinocho y se me complicaba ir a cursar. Me pareció bueno y me dio resultados, ya que pude estudiar en momentos libres. Y después, obviamente hay que ir a rendir. Eso es más duro porque tenés que dar el examen final de todas las materias en dos o tres días.  Yo tenía menos, al haber cursado de modo virtual sólo segundo año, pero hubo chicos que lo hicieron completo y debieron rendir 16 o 17 materias en tres días. Pero es una buena experiencia. Yo la recomiendo, si bien depende de cada uno y su capacidad para adaptarse.
-¿Qué sacás en limpio de tu paso por Círculo Policial?
-A pesar de que los resultados no fueron los mejores, me llevo una linda impresión del club y la parte humana. Encontré buena gente y me sentí respaldado, cosa muy importante si uno forma parte de un grupo. Los dirigentes se te acercaban a preguntarte tu opinión sobre ciertos temas. Con Beto también tengo palabras de agradecimiento. Me dio una oportunidad cuando yo estaba medio en el aire. Se me había caído una propuesta y él me tiró un salvavidas a nivel deportivo. Después como jugador uno puede o no estar de acuerdo en decisiones, pero no tengo ninguna queja porque siempre se manejó con un respeto bárbaro. En este ambiente, eso lo valoro mucho. Cuando me fui lo hablé con él y me entendió, al igual que mis compañeros. Con algunos sigo hablando y quiero ir a verlos, lo que pasa es que tengo mucho trabajo los fines de semana y se me complica.
-Repasemos tu trayectoria.
-En Las Heras me inicié, en primer año de quinta. Mi primer DT fue Emiliano Pérez. Lo quiero mucho. Valoro lo que me transmitió deportiva y humanamente. Él es una gran persona y sabe que lo quiero mucho. Después estuve con Esteban Sánchez, con Damián Sellanes, un histórico del club... A todos los respeto y los valoro, sé sacar lo bueno y darme cuenta de lo malo de cada entrenador. Eso hace que vaya teniendo mi propia forma de manejarme. De Las Heras tengo un gran recuerdo, es el club de mi barrio -vivo a ocho cuadras- y como mi segunda casa.
-El Talar
-Guido Catelani me dio una oportunidad y me llevé buenos recuerdos más que nada del grupo. El club no estaba como ahora. Era todo mucho más a pulmón. Todavía hablo con ex compañeros que me cuentan que la actividad está creciendo. En aquella etapa conocí buenas personas y eso para mí es lo más importante.
-Chacarita.
-Estuve el año que nos tocó descender. Deportivamente no nos fue bien. La actividad estaba muy sola y fue como remar contra la corriente. Pero en el grupo dejé amigos que sigo conservando: el Mono Comesaña, Spampinato, Zunino, Pipa Dobal, Cristian Monteiro... Hoy lo sigo a Chaca por ellos. Además me tocó enfrentarlos, me he cruzado con delegados y la relación es la mejor, aunque siempre hay alguien que te grita desde la tribuna, acordándose de que estuviste y descendiste. Pero bueno, son cosas que pasan y las tomo así.
-Pinocho.
-Me llamó Facundo (Ruscica) para venir con un proyecto serio y estoy desde 2014, jugando y trabajando. Es un club que considero que está a otro nivel, por lo humano, por los valores que se transmiten y por su calidad de personas. Ese es el plus. Los jugadores se manejan con gran profesionalismo, los dirigentes tratan de estar en todos los detalles, los chicos van a todos lados, te siguen a los partidos y te saludan ya sea si perdés o si ganás. Se identifican mucho con el club y eso es lo que a Pinocho le da vida.

No hay comentarios: